Por
Paola Ramírez.
Santiago de Chile.
Las costumbres
alimenticias se han ido modificando rápidamente a través de los años. La ración
calórica ha disminuido, por que las necesidades de nuestros cuerpos hoy son
menores, a causa del sedentarismo, poco trabajo a nivel físico, calefacción,
etc. El consumo de carnes ha doblado su cuota, mientras que tristemente el de
frutas y verduras ha disminuido considerablemente. Por otra parte la calidad
nutricional de los “alimentos”, refinamientos de aceites, azúcar, harinas,
cosechas antes de la maduración, contaminación, agotamiento de suelos.
Contribuyen cada día más al empobrecimiento de los alimentos en sustancias
ultra vitales como los minerales.
Desde su
descubrimiento, hasta nuestros días se
han utilizado las propiedades terapéuticas de los minerales de manera
empírica. 6.000 años A.C ya se
utilizaban para disminuir dolores y
limitar infecciones. En el siglo XVI
Paracelso ,medico sueco, investigador de la mineralogía, (se dice que
fue el precursor de la homeopatía) ya
recomendaba la utilización de 7 minerales para tratar diversas
afecciones… Eran los balbuceos de la oligoterapia.
LOS MINERALES,
son micronutrientes inorgánicos (no contienen carbono y se encuentran en la
naturaleza sin ser parte de los seres vivos), constituyen el 5% de nuestra masa
corporal y son tan importantes como las vitaminas, casi todos los alimentos
contribuyen a un consumo de minerales, estos son muy necesarios para nuestro organismo, debido a que realizan funciones de vital importancia como
la síntesis hormonal, elaboración de tejidos , metabolización diaria entre
otras.
“La utilización de minerales con fines terapéuticos se
llama Oligoterapia”
Los minerales se clasifican en tres grupos : macro, micro y oligolementos.
Macroelementos : minerales
que se encuentran en cantidades importantes en casi todos los tejidos vivos. Es el caso del calcio, azufre, sodio, magnesio, potasio, cloro y fosforo. Estos se
necesitan en mayor cantidad y se miden en gramos. (por otra parte tienen una
acción reguladora cuando se utilizan el pequeñas dosis en personas saludables)
Microelementos : son
necesarios en menor cantidad y se miden en miligramos. Es el caso del cobalto, cobre, hierro, flúor, manganeso,
yodo y zinc.
Oligoelementos o elementos traza
Estos minerales son muy especiales. Etimológicamente, son
minerales presentes en muy pequeñas cantidades en el organismo, representan un
porcentaje mínimo de los constituyentes orgánicos. Estos, se precisan en
pequeñísimas cantidades, en el orden de millonésimas de gramos. Pero son de una
vital importancia para nuestro
organismo, estos aseguran numerosas funciones biológicas, como es el caso de la
enzimaregulación.
En este proceso los minerales
y oligoelementos , catalizan las reacciones biológicas del organismo.
Fijándose sobre los sistemas enzimáticos, aceleran su velocidad de manera
importante, y permiten las transformaciones necesarias para la vida. Por otra parte los estados de carencias de
minerales y oligoelementos son muchas veces responsables de desordenes
bioquímicos y de síntomas clínicos como perturbaciones inmunológicas y
enfermedades degenerativas. Esta acción catalítica es primordial, ya que un
solo oligoelemento puede activar numerosas enzimas en nuestro organismo.
Barreras de asimilación :
se observan en personas de edad avanzada, durante trastornos digestivos,
durante la utilización de algunos medicamentos, falta de nutrientes etc. Por
otro lado existen fenómenos de competición digestiva entre los diferentes
minerales, por ejemplo un aporte de
calcio excesivo, superior tres veces al de magnesio, disminuye la asimilación
de este último. Por lo tanto, cuando es necesario realizar una suplementación de minerales, es importante una formula equilibrada,
muy al contrario de cuando se lleva una alimentación
saludable, debido a que en este tipo de dieta están presentes a diario
vegetales, granos, frutas, carnes, agua, y otros alimentos saludables en una
forma equilibrada, los cuales aportan a diario la cantidad optima de minerales
al organismo.
A continuación,
se los presento a cada uno de ellos, con beneficios y fuentes de extracción.
Espero los haga parte de su dieta diaria, así
podrá disfrutar saludablemente su
vida. ¡ disfrútelos ¡
Macroelementos
CALCIO : Interviene tanto
en la formación como en la preservación de los huesos y dientes, ayuda a la
coagulación sanguínea, la transmisión de impulsos nerviosos y la contracción
muscular. El 99% de este mineral forma parte del esqueleto óseo. Vegetales de hoja verde oscura, algas,
sardinas, sésamo, almendras, espinacas, yema de huevo.
AZUFRE : Presente en todas
las células, especialmente en cartílagos, piel, uñas y cabello. Este mineral
forma parte de la composición de diversas hormonas (insulina, entre otras) y
vitaminas, compañero del hígado en la secreción de bilis, y neutralizador de
toxinas. Legumbres, cebollas, coles,
ajo, espárragos, puerros, yema de huevo.
SODIO: Interviene en la
generación de impulsos nerviosos y de la contracción muscular, controla la
acumulación de agua en los tejidos y el ritmo cardiaco. Alimentos BAJOS en sodio son; frutas, hortalizas, cereales orgánicos,
legumbres, semillas.
MAGNESIO: Imprescindible para la asimilación de calcio y
vitamina C. Equilibra el sist. Nervioso central, a través de una ligera acción sedante, promoviendo la
correcta transmisión de los impulsos nerviosos. Aumenta la secreción de bilis,
favoreciendo así la digestión y eliminación de residuos tóxicos. En casos de artrosis
es buen compañero, ya que ayuda a fijar el calcio. Arroz, trigo, avena integral, soja, espinaca, maíz, plátano, cacao,
frutos secos.
POTASIO: Ayuda en el
correcto funcionamiento de corazón y riñones, contribuyendo a su vez a realizar
una mejor digestión en el organismo, ayuda en la transmisión de impulsos
nerviosos, y controla el agua a nivel corporal. Legumbres, frutos secos, papas, champigñones, repollo, plátanos, fruta
y verduras en general.
CLORO : Favorece el
equilibrio de ácidos en el organismo y ayuda al hígado en su función de
eliminación de toxinas. Sal común,
algas, aceitunas, agua de grifo.
FOSFORO : Constituyente de la estructura ósea, y en asociación con algunos lípidos
se da lugar a los fosfolípidos. (componentes indispensables en las membranas
celulares). Pescado, cereales orgánicos,
carne, soja, frutos secos, yema de huevo.
Microelementos
COBALTO : Contribuyente e
la formación de los glóbulos rojos, ya que forma parte de la vitamina B12,
ayuda a reducir la presión arterial y dilatar los vasos sanguíneos, favorece la
fijación de la glucosa en los tejidos.
Ostras, legumbres, arroz integral, ajo, sésamo, ginseng, carnes, betarragas,
higos.
COBRE : Interviene en una
cantidad muy diversa en reacciones enzimáticas del metabolismo, es necesario
para la transformación del hierro almacenado en hemoglobina y para la
asimilación correcta de este (hierro) en el organismo. Participa en la
absorción de vitamina C. Cacao, cereales
integrales, quesos, pimienta, legumbres.
FLUOR: Fortalece los huesos y es fundamental en la
prevención de caries y mantención de esmalte dental, tiene incidencia en el
crecimiento. Pescados, pan integral,
espinaca, soja.
HIERRO : Los pulmones no
podrían captar el oxigeno y transportarlo a las células sin él, es necesario para
la producción de hemoglobina (molécula transportadora de oxigeno).
Impresindible en en la utilización de vitaminas del grupo B. Higado de carnes rojas, soja, garbanzos,
lentejas, pan integral, avena, algas, espinaca.
MANGANESO : Activa las
enzimas que intervienen en la síntesis de grasas y participa en la utilización
de la vitamina C, B1, y H (biotina). Té
negro, cereales integrales, soja, betarraga, plátanos, arvejas.
YODO : Forma parte de las
hormonas tiroideas, las cuales controlan el desarrollo y el crecimiento. Además
de la producción de energía dentro de las células, mejora la agilidad mental,
quema excesos de grasas, y es efectivo para el crecimiento de uñas, cabello,
piel y dientes. La carencia de yodo, puede dar lugar a desarrollar bocio
(aumento del tamaño de las glándulas tiroides). Sal
marina, pescados, mariscos, algas y algunos vegetales cultivados en tierras altas en yodo.
ZINC : Necesario en la
síntesis del ADN y en la regeneración de los tejidos, está relacionado con la
producción de energía, fortalece el sistema inmunológico, y es componente
escencial de más de cien enzimas que participan en el aprovechamiento de las
grasas, hidratos de carbono y proteínas.
Ostras, crustáceos, carnes, semillas de sésamo, pan integral, calabazas, germen
de trigo, legumbres en general., huevos .
Oligoelementos
(elementos traza).
CROMO: Participa en el
transporte de proteínas y es de gran apoyo en casos de diabetes. Grasas y aceites vegetales (extraídos en
frio), levadura de cerveza, cebolla, lechuga, papas y berros.
LITIO : Actúa sobre el sistema nervioso en su regulación y es beneficioso en
afecciones cardiacas. Vegetales, papas,
crustáceos, algunos pescados , nabos, pimienta, frambuesas, frutillas, soja
germinada.
MOLIBDENO : Ayuda
en la prevención de anemia y caries
dentales. Germen de trigo, legumbres,
cereales integrales, vegetales de hoja verde oscura.
ÑIQUEL : Potencia el
crecimiento y es recomendable para combatir anemias y enfermedades infecciosas.
Moluscos, levadura de cerveza, arroz
integral, legumbres.
SELENIO : Potente
antioxidante, conserva la elasticidad de los tejidos, reduce el riesgo de
cáncer y previene el envejecimiento celular. Muy beneficioso aliviando
malestares de la menopausia, previene la caspa. Nueces, mariscos, huevos, leche de vaca, germen y salvado de trigo,
cebolla, ajos, tomate, brócoli, levadura de cerveza.
SILICIO : Indispensable para la asimilación del calcio, formación de células
nuevas y en la nutrición de los tejidos, aumenta la elasticidad y resistencia
de los huesos, ayuda en la prevención de arteriosclerosis y equilibra el
sistema nervioso. Vegetales en general.
“El
ser humano no puede producir minerales, he ahí
la importancia de aportarlos a nuestra dieta…”
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